Mañana cumplo 36 años. Fíjate, qué cosas!! Dejo atrás la rima del cinco y comienzo un seis que no sé si tiene rima pero que tendrá ritmillo seguro. Y cómo estoy? Pues muy bien, gracias. Con los efectos propios de superar los 30 años, pero me siento muy orgullosa de mí. Y ya es decir, porque a estas alturas no he cumplido los objetivos de vida que la sociedad ha marcado durante años. No estoy casada, no tengo hijos, no tengo estabilidad ninguna, no tengo casa propia, no tengo seguridad económica, no he viajado fuera de mi país, no he escrito un libro, no he plantado un árbol (en la E.G.B. eso no se estilaba)... A cambio tengo una pareja y nos amamos, una familia que me sostiene y me cuida, aventuras diarias y mucha curiosidad por la vida. Cierto es que sí he cumplido objetivos, y sigo cumpliendo. El último ha sido correr 6 kilómetros sin parar, tres veces a la semana para poder participar en carreras solidarias, y lo he conseguido. Ahora con casi 36, ya puedo correr un kilómetro por año vivido, ja ja. También he cumplido otros tantos: como tener titulación universitaria y otros tantos títulos que me han enriquecido como persona, aunque no lo hagan económicamente hablando...
El año pasado me preguntaban como se veía la vida con más de 30 años, y yo contesté que diferente... Totalmente diferente... Empecemos por los cambios físicos. A partir de los 30 y... aparecen dolores que no tenías: que si las rodillas, la cabeza, la espalda... Aparecen las canas (que ya pintan mis sienes y no, no me voy a teñir el pelo), ya detectas las primeras arrugas...
Pero lo mejor es que lo que opinen los demás ya te importa muchísimo menos que a los 20, je je... Por lo que puedes dejarte tus canas, tus arrugas y tu tendencia a engordar, de lado y disfrutar de tu madurez (si es que sientes que la tienes) Porque los treinta llegan pero no siempre se madura con ellos, a veces se hace a medias y otras ni se hace. Y esto ya es un producto de los cambios psicológicos y/o emocionales y/o espirituales de los 30 y... Aunque la autoestima sigue siendo oscilante (sobretodo en la mujer) empiezas a entender lo que significa amarse a una misma y el sentido del ridículo desaparece, en algunas ocasiones. En otras, aparece cuando ya la has liado parda pero ya está hecho y no se puede cambiar, así que a reírse tocan je je...
La presión social sobre lo que ya tenías que haber conseguido es tremenda, por lo que comienzas a ver como muchos de tus compañeros de clase ya tienen hijos e hipotecas. Y esto te hace preguntarte si no serás tú quien se ha equivocado de camino. A ver si estás yendo en otra dirección... Pues sí, estas yendo en otra dirección que mucha gente no entenderá pero si estás a gusto en ella ¿por qué cambiar? La vida da muchas vueltas y todavía eres fértil como para cumplir con los requisitos de ser mamá y esas cosas... Así que vivo feliz pensando que cuando llegue, llegará... Lógica aplastante.
Quizá lo más triste de superar los treinta es que empiezas a ser consciente de que el tiempo pasa... No solo porque por el camino ya hay seres queridos que han partido, sino porque empiezas a ver los efectos en tus padres. Ves sus manos, su cara, su postura... y ves los tuyos y piensas: pasa rápido ésto... Además, ya sabéis que cuando cumplimos años siempre hay alguien más mayor que tú que te dice: "cuando llegues a los taitantos verás cómo pasa el tiempo volando..." Y así pasan, como ya estás sugestionado pues se te van de las manos los días. Aunque yo pienso que para que esto ocurra ayudan mucho los comercios, por ejemplo:
En cualquier caso, cumplir años está muy bien. No temáis superar los 30, es una edad genial para sentirte como si tuvieras 20 pero con más conocimientos je je... Yo estoy muy feliz por cumplir 36 añazos, de verdad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario