Hoy he disfrutado de las cosas que llegan gratis. Esas que te encuentras y que no te cuestan nada, y que disfrutas más que si las hubieras pagado. Y mientras las estaba disfrutando pensaba en las personas que estaban ante la televisión viendo fútbol. En ese pensamiento me ha venido a la cabeza esta frase: las mejores cosas de la vida no se televisan. Y creo que es verdad, lo más hermoso que la vida nos regala no se emite en televisión. Los regalos naturales se viven cuando se ven en vivo y el amor cuando sientes su caricia. Esa caja puede hacernos sentir muchas cosas pero hay emociones que se entienden cuando te recorren el cuerpo. El sol no calienta si no es en directo, el viento no despeina si no estás y la lluvia no moja si no te cae encima. Lo real, lo que se siente, lo que toca tus sentidos no se reproduce en ningún canal. Por eso, en mi humilde opinión, si quieres vivir apaga la tele un rato...
No hay comentarios:
Publicar un comentario