Hace casi una semana ya lleve a cabo en Gandía el Taller Paz Interior para un Mundo Ocupado. Gracias a la Asociación Hypatia que me ayudó a llevarlo a cabo y pidió el espacio para poderlo hacer.
El caso es que en ese taller el objetivo era que los asistentes disfrutaran de un rato de paz y se pudieran llevar unas cuantas herramientas que les sirvieran para practicar en su vida diaria. Y así fue, y no solo se cumplió ese objetivo sino que también trabajamos entre todos algunas cositas que surgieron y volvieron a sus casa muy contentos y contentas.
Era la primera vez que hacía un taller de este tipo, he dado clases muchas veces y hace tiempo pero no relacionado con esta temática. La experiencia fue genial, voy a buscar la manera de seguir haciendo más en otras asociaciones y allá dónde me sea posible.
Durante el taller se expresaron las emociones y no era mi intención que lo hicieran de una manera tan desbordante. Yo había programado una actividad en la que se iban a escanear las emociones y posiblemente surgieran algunas pero no contaba con que se abrieran bolsas de tristeza y surgieran las lágrimas. Llamo bolsas de tristeza a todas aquellas emociones y sentimientos que se quedaron grabados y no se trabajaron en su momento. Son esas cosas que no se dijeron, que no se asumieron, que no se aceptaron o que no se afrontaron cuando ocurrieron. Esas cosas parece que no afectan pero se quedan guardadas en un rincón del alma, y cuando menos lo esperas, de la manera más sutil posible salen a la luz desbordadas como si hubiéramos pinchado con una aguja la bolsa en la que estaban.
¿Qué hacer en ese momento? Dejarlas fluir... Sentir lo que traigan: la pena, la congoja, lo que tengan...Y cuando hayan pasado buscar esas emociones almacenadas para enfrentarlas y dejarlas marchar. Es un proceso profundo y tan largo como grandes sean las emociones que tengas guardadas.
Las emociones aparecen para decirnos que hay algo que no hemos asumido, no pretenden hacernos daño solo poner nuestra atención en lo que no asumimos. Son amigas, no enemigas...
En otro post, hablaré un poco más del afrontamiento de las emociones. Mientras, ya sabéis que podéis preguntar lo que queráis.
Un abrazo y gracias
Un aplauso por ti y por todas esas personas a las que ayudaste a soltar. Me alegro mucho de que fuera una grata experiencia. ¡Por muchas más! Abrazos :)
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