lunes, 27 de abril de 2015

La vida de ayer... y la de hoy...

Hace unos años la vida era diferente... No me refiero a la época de nuestros padres, sino tan solo a hace 4 o 5 años. Entonces todavía se podía soñar con un trabajo estable, con un piso en propiedad, con una carrera que ejercer... con lo que nos dijeron que sería nuestra vida... E incluso, hasta hace unos meses aún escuchaba a personas que buscaban estabilidad...

Supongo que ya os habéis dado cuenta que no hay estabilidad...

Vengo notando, desde hace unos meses, que cada vez hay más personas que parecen haberse dado cuenta que lo que tenían desde hace tiempo ya no les hace felices.

Se está derrumbando el decorado y creo que no estábamos preparados para que empezara a caer. Por eso, ahora sentimos que no tenemos guía, que lo dicho no es cierto, y estamos muy perdidos...
Nadie nos enseñó a no seguir los pasos de nadie, no nos enseñaron a crear nuestro propio camino ni a creer en nuestros propios pasos. Ahora tenemos miedo cada vez que levantamos un pie porque no sabemos dónde vamos a pisar.


¿Estabilidad? ¿Quieres trabajar siempre en el mismo sitio y con la misma labor? Quieres vivir siempre en la misma ciudad, en la misma casa y rodeado de los mismos vecinos? ¿De verdad quieres una vida en la que nada cambie? Si tu respuesta es que sí, es totalmente respetable. Sin embargo, yo pienso que lo mejor que le puede pasar a un ser humano es no tener estabilidad. Así podrás cambiar de casa, conocer gente nueva, aprender nuevas profesiones y llenar tu mochila con experiencias diferentes. Como dice Mago de Oz "muévete, pues no eres un árbol, para eso tienes dos pies".

Se que tienes miedo, nos han inoculado el miedo desde bien pequeños y es el miedo quien realmente mueve el mundo. Miedo a perder, a no tener, a no llegar, a no ser,... ¿Y no tenemos miedo a no vivir? Porque solo tenemos una vida, solo UNA oportunidad de estar aquí y de ser quien somos. ¿En serio vale la pena vivirla pensando en todo lo que no tengo? ¿En serio hay que pasarla dejando de lado nuestros sueños y encerrándonos en un trabajo que no nos hace felices?

¿Y si empezáramos a creer más en nosotros y a vivir cómo queremos hacerlo, y no cómo nos han dicho que tenemos que hacerlo? ¿Y si buscamos nuestra felicidad?
¿Qué puede pasar? Es un riesgo sí, pero qué es vivir si el corazón no late más fuerte ante lo desconocido. ¿Qué es vivir si el corazón no vibra con lo que le hace feliz?. ¿Qué es vivir si hacemos oídos sordos a lo que sentimos y lo sacrificamos por dinero?.

Sé que tienes miedo, pero también sé que cuando tengas el valor de vivir serás como un Quijote, capaz de enfrentarse a gigantes para cumplir con su aventura personal.
Probablemente, pensarás que tú no puedes, que yo no sé nada de ti y que tus circunstancias no te permiten cambiar de trabajo o de vida. Puede ser, me levanto todas las mañanas sabiendo que no sé nada. Pero creo que puedes, creo que tienes que vivir el trabajo de ahora como algo temporal, y movilizarte para que realmente sea algo temporal. Creo que tienes que perseguir tu sueño, caminar hacía tu meta disfrutando de todas las piedras del camino. Es fácil hablar desde mi sitio, sí. Siempre es fácil hablar desde la barrera, pero si no te hablo tal vez tú no lo hagas.

Recupera tu sueño, recupera aquello que hacías durante horas sin importarte el tiempo, recupera lo que ponía una sonrisa en tu rostro, recupera tu vida. ¿Y qué haces con el miedo? Convive con él, siempre va a estar ahí, pero de ti depende que sea tu compañero y no tu dueño. Cógelo de la mano y camina sabiendo que esta ahí, pero no dejes de caminar, cuando te quieras dar cuenta se habrá ido...

Es fácil decirlo, sí... pero atrévete a hacerlo...

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