martes, 7 de junio de 2016

Y si te esfuerzas en ser la mejor planta del jardín?


Aquí os dejo el enlace de un cuento que me gusta mucho y que os cuento en mi canal de Youtube. 




Además os dejo una reflexión: Qué tal si en vez de intentar ser la planta que no eres, pones todo tu empeño en ser la mejor versión de la que sí eres?

Eso se traduce en dejar de perseguir unas medidas corporales que nunca tendrás porque, anatómicamente, no estás diseñada para tenerlas. Dejar de vestir como las demás, cuando a ti no te sienta bien, pero es lo que se lleva. Dejar de ser la persona que no eres, dejar de ir con las personas que no te aportan nada aunque sean las más populares. Dejar de hacer lo que los demás dicen que tienes que hacer y ser tú, simplemente tú... Aceptar que tus "defectos" solo son diferencias, porque no somos patrones de una misma fábrica y no somos iguales. Aceptar que así, tal cual eres, eres maravillosa/o, genial, fantástica/o, divina/o y especial porque eres única/o. Y ser únicos es lo que nos hace especiales, diferentes, divertidos y misteriosos. Si todos/as fuéramos iguales el mundo sería muy aburrido, piénsalo...

Ahora qué, te animas a ser la mejor flor de tu jardín?:) 

miércoles, 1 de junio de 2016

Río que fluye...

Una vez leí, en unos textos que estaba estudiando, una comparación entre la vida y el curso de un río. De manera que se comparaban las situaciones de la vida con los diferentes estados y/o movimientos que encontramos en los ríos. Así, podemos encontrarnos en situaciones turbulentas como los rápidos, en situaciones tranquilas como las aguas calmadas y en situaciones de agua estancada. Siempre me ha gustado esta comparación porque me parece muy acertada. A lo largo del fluir de nuestra vida, en nuestro río particular, tenemos aguas bravas y complicadas, aguas calmadas en  las que nos dejamos llevar y, situaciones que parecen estancadas, pero que por debajo se están moviendo.


Yo me encuentro ahora en esas aguas aparentemente estancadas, disfrutando de una calma que me permite dedicarme a lo que me apetece. He plantado varias semillas y espero su desarrollo. Pero como no puedo hacer nada para que crezcan seguras y rápidas las dejo crecer a su ritmo, mientras yo crezco también de otra manera. 

Y ahí estoy, en un recodo del río, con movimiento en el fondo y con calma en la superficie. Ahora me toca este momento y lo aprovecho y lo vivo con intensidad. Escucho, leo, miro y camino despacio creando cambios en aquello que considero que se puede mejorar. Es así... Probablemente podría ponerme de los nervios porque no cambia nada, porque no tengo más trabajo o porque no siento el movimiento. Claro que podría enfadarme con la vida, pero no serviría de nada. No sé en qué momento las aguas volverán a enfurecerse, no sé cuando llegará y qué llegará, no puedo controlar la vida. Aunque quiera cerrar mis manos para pararla no puedo, aunque las abra más para empujarla no sirve de nada. Ya he gastado mi energía muchas veces en intentar controlarla, ya sé que no puede ser. Pues si no puede ser, la dejo que sea...


Si no puede ser me dejo llevar y disfruto del río como  Baloo en esta escena de la película Libro de la Selva:




Si aunque me enfade y nade más rápido, el río no va a ir más rápido... Ya llegarán las aguas movidas y tendré ocasión de moverme con ellas. Ahora es ahora, este momento es lo que hay... Y eso vivo... Confianza y fe...