jueves, 22 de enero de 2015

150 horas como Coach

Hoy he hecho un recuento de las horas que dediqué el año pasado a ejercer como Coach personal, el resultado son 150 horas. No puedo decir que son muchas, porque me hubiera gustado hacer más, pero tampoco diré que son pocas sino que son las suficientes, las que tenía que hacer.
150 horas de escucha, de atención plena y de aprendizaje. 150 horas de
sostener la situación y las emociones que surgían, de mantener la mente clara para dejar fluir ideas y soluciones, de sentir con sus zapatos teniendo claro que eran mis pies. 150 horas maravillosas por las que doy las gracias.

Me propongo este año doblar esa cantidad de horas, quiero escuchar más y aprender más junto a aquellos que también quieran crecer y cambiar su vida estos meses. Quiero ofrecer lo poco que sé a quien quiera escucharlo. Quiero compartir la paz que siento y que sé que transmito con vosotros, pero con la humildad de quien sabe qué no sabe nada y que queda un mundo por aprender aún.
Porque aquí dónde leéis, yo sigo aprendiendo día a día. Sigo buscando, como vosotros, la felicidad aunque con una diferencia, yo la encuentro todos los días en todo lo que hago y lo que me pasa. No la busco mirándome el ombligo, la busco en la sonrisa de la persona que tengo delante y que me cuenta sus dudas y miedos. La busco en ella porque comparto sus miedos y dudas, atravieso el camino con ella y cuando aparece la sonrisa significa que las nubes empiezan a dejar pasar la luz. Y cuando la sonrisa es enorme entonces es cuando me retiro, porque ya no necesita más de mí. Y es mágico ese momento, es especial sentir como las resistencias se retiran, cómo la luz empieza a brillar en su cara. Nada es más hermoso que ver crecer el alma de una persona, es mi mayor regalo.

Este año me gustaría ayudarte, si tienes dudas y miedos, si quieres un cambio en tu vida, si no te sientes parte de lo que te rodea... Quiero ayudarte si quieres compañía para caminar un tiempo, si necesitas apoyo para caminar o si solo tienes miedo a hacerlo... Quiero ayudarte si no sabes qué te pasa o si lo sabes pero no quieres saberlo... Porque quiero verte crecer, sonreir, amar, recuperar tu vida, tus sueños y tus ilusiones. Quiero estar ahí cuando se encienda tu interruptor, cuando descubras lo importante que eres, cuando te ames, cuando vuelvas a soñar, quiero estar a tu lado.
Mientras tanto, hasta que decidas hablar conmigo te doy las gracias por leer estas palabras y por valorar, aunque sea un poquito, que tal vez pueda ayudarte.
Gracias a ti y a la vida por la oportunidad de seguir a tu disposición. Te quiero :)

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