miércoles, 7 de mayo de 2014

Nuestro propio maestro...

Nos cuesta muchísimo entender que somos nuestro mejor maestro. No nos creemos que en nuestro interior tenemos al ser que mejor nos conoce y mejor puede aconsejarnos. A veces solo es necesario guardar silencio para que nuestra voz interior nos cuente lo que necesitamos escuchar...

Está mal que yo lo diga porque si la gente se da cuenta que el mejor terapeuta que puede encontrar lo lleva dentro yo me quedaré sin trabajo, pero no tengo miedo porque las horas que dedico a aprender, a leer, a practicar, a escuchar,... no las entrego por dinero sino por vocación.

Pero vuelvo al tema que me desvío. El caso es que las cosas que hacemos, el lugar en el que nos encontramos están bien porque nosotros lo hemos elegido así. Y cuando dudamos y no nos atrevemos a dar un paso, el mejor guía lo tenemos dentro. Pero nos cuesta mucho aceptar el silencio, tenemos miedo de lo que podamos escuchar por eso encendemos enseguida un aparato que corte ese silencio. Y cuanto más huimos del silencio menos nos escuchamos a nosotros mismos... Y es una pena, porque tenemos taaaanto que decirnos...

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