domingo, 26 de octubre de 2014

Miedo III


Querido/a amigo/a,

Hoy no quiero enseñarte nada sobre el miedo, porque sé que ya lo conoces. No voy a hablarte de los síntomas físicos, tú ya los has sentido y puede que los sientas todos los días. Y, posiblemente, en estas letras tampoco te diga nada que no sepas. Quiero decirte que yo también tengo miedo. Quiero contarte que yo también noto el sudor en las manos, me pongo rígida cuando llega, también huyo de ello con mil excusas y tengo
ganas de correr y de gritar. También sé lo cómodo que es huir, pero esa  no es la solución.

Todos tenemos en común muchos miedos y si nos decidiéramos a compartirlos nos daríamos cuenta de lo parecidos que son. Pero que sea mal de muchos no consuela...

Quiero decirte que, aunque no te lo creas, eres muy valiente y te animo a que lo sigas siendo. Que tener miedo es normal, que no eres cobarde por tenerlo pero sí por no afrontarlo. Aunque acepto que tienes la elección, puedes afrontarlo o no y no pasará nada, elijas lo que elijas. Pero recuerda que a veces traspasar el miedo nos cuesta mucho menos de lo que creemos, es peor lo que imaginamos que va a pasar que lo que pasa en realidad. 

Desde estas líneas puedo hablarte mucho de teoría pero creo que cuanto más leas sobre el miedo más querrás saber para aplazar el afrontamiento, algo así como: "mientras leo sobre el miedo no afronto el miedo". O quizá quieras saber más en un intento de buscar la palabra mágica o el consejo mágico que te empuje a afrontar el miedo de una vez, como si buscaras fuera lo que llevas dentro. 
Respira, sé que afrontar el miedo da miedo. Respira y avanza... Tú lo superas todos los días, aunque no te des cuenta.... Adelante, creo en tu capacidad... Cree tu también...















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