miércoles, 1 de octubre de 2014

Si no hay sol, disfruta de las nubes...

No te voy a decir que  pienses siempre en positivo, que todo cambia si lo haces. Puede ser que sí, puede ser que no. No es ese mi mensaje. Quiero decirte que cuando te asomes por la mañana, veas lo que veas ( nubes o sol) lo aceptes porque es lo que hay. Tú no puedes cambiar el clima, no tienes esa potestad, por tanto no pierdas energía en enfadarte porque hoy llueve. Sin embargo, sí depende de ti la manera en la que aproveches esa lluvia, la actitud con la que miras lo que no puedes evitar y la responsabilidad de transformar tu día en lo que tú quieras. Porque, no nos engañemos amiguete, tú eres quien decide hacía dónde va a ir tu día: hacia el mal rollo o hacia el buen rollo. Por ejemplo, cuando yo tengo un despertar accidentado sonrío y me digo a mí misma que el día empieza divertido. Y con esa actitud cambio la energía. Si yo me quedara solo con la idea de mis despistes y mis tropezones, si continuara pendiente de lo mucho que meto la pata, el día continuará siendo todavía más desastroso de lo que empezó. Pero si pienso que el día comienza divertido, aparto la atención de mis errores y me rio de mis metidas de pata, el resto de las horas pasarán con tranquilidad y fluidez entre risas.

 Recuerda: aquello contra lo que luchas se multiplica. Si no quieres caldo, toma dos tazas...
Sin embargo, si te dejas fluir y abandonas la lucha lo que te molestaba se diluye...
Adelante...

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